viernes, 8 de enero de 2010

¿Qué hay de nuevo, viejo?



El 27 de julio de 1940, en un insólito corto de dibujos animados de la Warner Brothers llamado “A wild hare” y dirigida por Tex Avery, coinciden por primera vez un conejo que hasta entonces se había hecho llamar Happy Rabbit –pero que de entonces en adelante se haría conocido como Bugs Bunny- con un cazador gruñón llamado Elmer.

En el momento de su encuentro, y como una reedición del famoso encuentro entre Henry Stanley y David Livingstone a orillas del Lago Tanganica (“El Dr Livingstone, supongo”), Bugs Bunny se dirige al cazador gruñón y armado y, con todo el desparpajo y manifiesta falta de aparente preocupación, le espeta : “¿Qué hay de nuevo, viejo?”

No sé por qué me ha venido esa imagen a la cabeza cuando me he puesto a pensar en este artículo. Pero pudiera ser que alguno de los pilotos (Rosberg, Hamilton, Vettel) se sienta en una situación parecida a la de Bugs Bunny con Elmer Gruñón en la parrilla de Bahrein en marzo 2010…

Y es que cuando a mediados del próximo mes de marzo de 2010 Michael Schumacher se siente a los mandos de su monoplaza para tomar la salida del primer Gran Premio de la temporada, hará mas de 18 años y medio que realizó esa misma maniobra por primera vez. Es bien conocido que su debut se produjo a finales de agosto de 1991, en Spa Francorchamps, y que desde ese momento hasta su retirada a finales de la temporada 2006, Schumacher protagonizó una década y media de la Fórmula 1, acumulando unas cifras espectaculares que lo convirtieron en una auténtica leyenda del deporte automovilístico.

No es mi propósito analizar los números de Schumacher, ni siquiera esbozar una valoración de su figura. Voy a aprovechar ese momento mágico en el que se va a encontrar Schumacher después de unas vacaciones sin duda merecidas y, tratando su segundo debut con el mismo respeto que el primero, miremos a su alrededor. ¿Qué hay de nuevo, viejo? ¿Qué ha cambiado en esos 18 años y medio?

El debut de Michael Schumacher con Jordan en Spa (1991)

El debut de Michael Schumacher con Jordan en Spa (1991)


Empecemos por lo fácil, que son los equipos. ¿Quiénes quedan? Strictu sensu, Las Hijas de Elena, que son tres : McLaren, Williams y Ferrari. Se siguen llamando igual y aunque sus fortunas han sido variables, especialmente para Williams, siguen ahí, al pie del cañón.

Segundo grupo , los que cariñosamente llamaremos los Zombies : estaban, se marcharon y, de alguna manera (o sea, con todas las reservas) resulta que vuelven en 2010: son los equipos Dallara (“Campos”) y Lotus. Así que si repasamos la lista de inscritos de esa carrera, el Gran Premio de Bélgica de 1991, nos encontramos nombres de 5 constructores o equipos que nos suenan.

¿Y los demás? Empecemos por lo más llamativo: Los que se fueron. Hay NUEVE equipos que han desaparecido, kaput, goodbye. Como póstumo homenaje los listo : Brabham, Footwork (éste igual os suena más por el nombre con el que nació y murió, Arrows), Osella, AGS, Leyton House, Coloni, Lamborghini, Ligier (más adelante, Prost) y Lola. ¡Vaya entierro!

También desaparecieron, de eso de venir, saludar y marcharse, algunos otros durante éstos 18 años: Pacific, Forti o Simtek (¿debería considerar a Virgin Grand Prix como “heredero” de Simtek? Creo que no, primero porque lo único que comparte es el diseñador y segundo porque da malísimo rollo).

Y luego están una categoría que son Los 4 Fantásticos: equipos que existían en 1991 con otro nombre y que se las apañaron para sobrevivir, que es un decir. De fácil a difícil, veamos: los Benetton de entonces son hoy los Renault. De Briatore a López pasando por momentos de gloria asturiana. Y de Minardi a Toro Roso pasando por Paul Stoddart.

Hay otras dos “transformaciones” que nos interesan mucho porque afectan tanto al equipo con el que entonces debutó Schumacher como al equipo con el que vuelve: Jordan, el equipo que ofreció a Schumacher la posibilidad de debutar en Fórmula 1, se convirtió en Midland, de ahí se convirtió en Spyker y en su tercer salto mortal se transformó en Force India. Visto como anduvieron el año pasado podemos esperar que mantengan la tradición.

Tyrrel termino convirtiéndose en BAR, este en Honda y posteriormente en Brawn. Ahora se llama Mercedes...
Tyrrell termino convirtiéndose en BAR, este en Honda y posteriormente en Brawn.
A partir de ahora se llamarán Mercedes...

El cuarto fantástico es una escalera de color: el día del debut de Schumacher, el equipo se llamaba Tyrrell. Siete años más tarde se vendería a BAT para llamarse BAR. Otros siete años más tarde, BAR le vende el equipo a Honda, que hace ahora un año se lo vendió a Ross Brawn. Haciendo una jugada extraordinaria, Brawn lleva al equipo de la práctica desaparición a la conquista de ambos Mundiales y…le vende el 75% del equipo, incluido el nombre a Mercedes Benz!

Es ésta última operación la que permite que volvamos a ver a Schumacher asociado a Mercedes-Benz (para quien no lo recuerde, que es que hace muchos años de esto, Schumacher era, en 1991, en el momento de su debut en F1, un piloto Mercedes. Aunque sea sólo para recordarlo, el recién nombrado jefe de la división de competición de Mercedes en 1991 era…Norbert Haug, quien evidentemente es un tipo de esos que no pierde la paciencia, habiendo sido capaz de esperar hasta este momento para rescatar, para la Gran Alemania, al Gran Alemán –con el Pequeño Alemán, Nico Rosberg, de escudero-).

Volvamos a la parrilla de Bélgica en 1991 : No estaban entonces otros cuatro equipos que probablemente estén en Bahrein 2010. Uno entró en 1993 y ha estado a punto, pero a punto, de no estar en 2010: Sauber. Pero con ese contamos. Otro entró en 1997, se llamó Stewart Grand Prix, se convirtió después en Jaguar y de ahí hace unos años apareció Red Bull Racing.

Los tiempos de Schumacher con Mercedes en Sport-Prototipos. Un tal Peter Sauber se encargaba de poner en pista a los coches de la estrella.

Los tiempos de Schumacher con Mercedes en Sport-Prototipos. Un tal Peter Sauber se encargaba de poner en pista a los coches de la estrella.

Finalmente, Schumacher se encontrará con unos monoplazas que patrocina Richard Branson y que toman el nombre de sus empresas (Virgin Grand Prix) y, probablemente, con otros monoplazas que va a presentar, quizá, un equipo llamado USF1.

En cuanto a pilotos, de aquella parrilla de Bélgica 1991 no queda nadie en activo. Bueno, en F1, claro. Ya han estado, y no se les espera de vuelta, los hijos (¡) de pilotos que compartían parrilla con Schumacher ese día: Nelson Piquet y Satoru Nakajima.

De los que van a correr ahora con (o contra) él, siete u ocho ya lo conocen. De ellos el que mejor le tiene tomada la medida es Fernando Alonso, que ganó sus dos Campeonatos Mundiales con Schumacher en la pista. Massa y Barrichello han sido compañeros y escuderos, así que lo han sufrido ya con anterioridad.

Lo curioso es la cantidad de gente de otra generación –literalmente- que se va a encontrar con el mito disputándole un sitio. Y motivándoles a vencerle. Dos pinceladas y termino: en el momento del debut de Michael Schumacher en Bélgica 1991, fresco como una lechuga con sus 22 años (el “primer” debut), su compañero en Mercedes Nico Rosberg tenía 6 años y dos meses.

El Campeón del Mundo de 2008, Lewis Hamilton también tenía 6 años. Otro de sus rivales, aquél al que se ha llamado su “heredero”, Sebastian Vettel, tenía 4 añitos recién cumplidos. Y Jaime Alguersuari tenía dieciocho meses.

La ocasión es muy interesante, no tanto porque Michael Schumacher tenga 41 años, cuanto porque en los últimos 18, desde que debutó en Grandes Premios, parecen haber cambiado muchas cosas. Pero ¿es cierto? ¿Han cambiado de veras o seguimos siendo todos (casi) los mismos?

Las respuestas, a partir de marzo de 2010

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